martes, 26 de mayo de 2015

This is London

Para realizar esta entrada, nos hemos desplazado al municipio del Coto de Bornos (Bornos, Cádiz) y hemos realizado una entrevista a la maestra de inglés y Jefa de Estudios del C.EI.P. San Isidro Labrador, Cristi Sánchez Soria, también coordinadora de un proyecto cultural llamado This is London, consistente en acercar la cultura londinense al alumnado del colegio, seleccionado para el llamado programa de profundización "Andalucía profundiza", subvencionado por la Junta de Andalucía.

Ese proyecto tiene en cuenta los principios de formación integral, es decir, formación que contribuya a que los niños/as sean ciudadanos/as críticos, libres y responsables; y les permita una comprensión del mundo y de la cultura y les faculte para participar en la sociedad del conocimiento, así como el respeto a la diversidad y al ritmo propio, fomentando la colaboración y la ayuda mutua entre el alumnado. Respeta sobretodo el principio de convivencia entre todos los miembros de la comunidad educativa que participan (maestros, alumnos, padres...). Las actividades que se proponen desarrollan el pensamiento crítico ya que los alumnos desarrollarán un juicio propio con el que poder autosuperarse y colaborar positivamente en la mejora de la  sociedad. Se pretende que el alumnado viva las realidades humanas, físicas y culturales que le rodean siendo sensible a ellas y que se comprometa activamente, según sus posibilidades, en la mejora del medio ambiente y de la vida humana y, además, en un ambiente de libertad. El alumnado capta progresivamente el universo de una manera personal y lo traduce en una expresión propia y creativa que le ayude a su autorrealización, por lo que se promueve el principio de creatividad, teniendo siempre presente la diversidad y como objetivo potenciar su curiosidad ante lo desconocido, no solo para la realización de este proyecto sino con la intención de formar futuros ciudadanos.

Los requisitos para participar en el proyecto son los siguientes:  estar escolarizado en los cursos comprendidos entre 3° de Educación Primaria y 4° de Educación Secundaria Obligatoria en centros sostenidos con fondos públicos, mostrar un especial interés hacia el aprendizaje, el conocimiento y la investigación y contar con una disposición positiva a la dedicación de parte del tiempo libre al desarrollo de proyectos de investigación en el ámbito escolar.
Uno de los mayores problemas con los que se ha topado la coordinadora es el entorno social ya que en muchos caso el interés no es el esperado.

Cuenta con recursos humanos puesto que puede contar con los compañeros/as de trabajo aunque el proyecto lo lleve ella y los materiales que utilizan los alumnos pueden ir desde materiales reciclados hasta adquiridos en tiendas. En este caso, las tecnologías adquieren gran importancia ya que cuentan con Internet como fuente imprescindible. Aún no se han utilizado las redes sociales para la difusión pero sí cuenta con un blog en el que se van detallando las actividades que se realizan.
¿Experiencias positivas y negativas? Cristi Sánchez argumenta que para ella, un alumno que sepa reconocer y comente con sus compañeros los elementos propios de la cultura londinense ya es una experiencia positiva ya que eso significa que el trabajo realizado está dando sus frutos y que negativas aún no ha tenido ninguna.


Al comentarme Cristi Sánchez que estaba inmersa en este proyecto me pareció muy interesante hacerle la entrevista a ella. Pude, de primera mano, comprobar el grado de interés de los alumnos y la verdad es que me quedé muy sorprendida: muchos de ellos sabían más de la cultura de Londres que algunos de nosotros y hablaban con caras de ilusión y satisfacción.
Pienso que un proyecto así podría ser extrapolable a un público más amplio en el que los niños (y no tan niños) aprendan de forma dinámica otras culturas (la sea la anglosajona u otra cualquiera). Sería, por tanto, un proyecto apto para proponerle fácilmente al Ayuntamiento de una localidad.
Y aquí os dejo algunas de las imágenes que pude tomar cuando visité el proyecto.

Mapa de Londres hecho por los alumnos
Cabina telefónica típica de Londres hecha con material reciclado (la caja de cartón de un frigorífico)


Souvenirs típicos de Londres hechos a mano
Y un vídeo resumen recientemente creado:


Fuentes de las imágenes: mi propio móvil.
Fuente del vídeo: youtube.com






lunes, 25 de mayo de 2015

Presencia literaria (II): Taller de poesía y danza

Me parece interesante relatar aquí una de las experiencias vividas junto a algunos de mis compañeros durante uno de los días de la Semana de las Letras de nuestra facultad. Quién me iba a decir que iba a servir para escribir una entrada...
Estábamos en el patio de cafetería cuatro compañeros y yo echando el rato cuando se nos acercó Bárbara Eizaga, decana de Filosofía y letras, junto a otra mujer para invitarnos a participar en un taller que en ese momento se iba a realizar en el patio donde nos encontrábamos. En un principio, ninguno accedíamos a realizarlo puesto que no sabíamos de la existencia de aquel taller con anterioridad ni teníamos intención de dejar nuestra conversación pero al final accedimos: qué mejor que echar unas risas aprendiendo en la facultad y, además, iba a ser seguramente lo más dinámico que haríamos en los cuatro años de carrera. Así que bien a la fuerza o bien por propia iniciativa grupal, accedimos a realizar el taller.
En el patio se colocaron dos altavoces, éramos en total unos 10 o 12 participantes y las coordinadoras del taller nos iban explicando qué hacer poco a poco, a medida que teníamos que realizar las actividades. 
Poesía y danza
La primera actividad consistía en ponernos en círculo presentarnos, decir nuestro nombre con un movimiento al ritmo de la música que se reproducía. Cada uno debíamos imitar el movimiento del que iba diciendo su nombre y después, en nuestro turno, hacer otro diferente. Debo decir que esta actividad nos costó, algunos, mucho realizarla por la vergüenza pero poco a poco nos fuimos encontrando más cómodos.
En la siguiente actividad, nos sentamos en varios bancos del patio y nos repartieron una poesía diferente a cada uno. Teníamos que leerla y escribir en un papel los versos o palabras que más nos hubieran llegado, que más nos había transmitido y, a continuación, cerrar los ojos e imaginarnos en un lugar, ese lugar en el que cada uno se sintiera identificado y apuntar, en ese mismo papel el lugar que seríamos junto a un elemento concreto de ese lugar con el que nos sentíamos identificados.
Después nos levantamos y seguimos con los movimientos. Ahora debíamos hacer con nuestro cuerpo líneas rectas, puntos, puntos suspensivos, andar en zigzag o hacer movimientos con una pareja a modo de espejo. Esta actividad duró algo más que las anteriores ya que hicimos muchos movimientos diversos. 
La última actividad consistió en lo siguiente: nos volvimos a sentar y en ese momento tuvimos que escribir la primera palabra que se nos viniera a la mente y con el  mismo papel de antes, con los versos escritos y las palabras tuvimos que hacer unos versos nuevos pero derivados de todo aquello escrito en el papel. A continuación, leímos cada uno su poesía en voz alta y, en grupos de cuatro o cinco, tuvimos que hacer una poesía con elementos de cada uno poniéndolos en común y, por último, recitarla con otro movimiento de nuestro cuerpo.
El taller duró una hora y media aproximadamente y he de decir que, pese a mi negativa inicial, me pareció muy interesante sobretodo con respecto a la motivación de la imaginación, nos echamos unas buenas risas y dejamos la vergüenza a un lado, por lo que el balance fue bastante positivo.

lunes, 18 de mayo de 2015

Modernismo y cine

Al leer que debíamos diseñar un taller literario no dudé en basarme en las clases que tuve de cierto profesor en el Instituto, las cuáles me marcaron y han hecho, de cierta forma, que yo ahora mismo esté terminando esta carrera y no otra.

Mezclar literatura y cine, esa fue la clave para que a mí se me encendiera la bombilla y dijera "sí, esto me gusta, esto es lo mío" y puestos a diseñar un taller literario no me podía permitir hacerlo de otra forma.
Drácula de Bram Stoker
El taller consistiría en lo siguiente: a los alumnos (ya sean de Bachillerato o de universidad) se proyectaría una o varias películas relacionadas con el tema del Modernismo... ¿que por qué de esta época? Porque seguro que alguno en nuestra vida hemos visto películas tan conocidas como Drácula (teniendo como preferencia la versión de Bram Stoker, en este caso) o El retrato de Dorian Grey pero muy pocas veces nos hemos percatado de que dichas películas están basadas en elementos modernistas como puede ser la imagen del vampiro, el diablo (en sus dos formas, íncubo y súcubo) o la obsesión por la belleza ante todo como se puede observar en poetas como Baudelaire. Además, pienso que en lo relativo al temario que hemos estudiado en la carrera ha sido una época que hemos pasado por alto, ya sea por falta de tiempo o porque es algo que "no nos compete" por no ser un movimiento propio de España, pero eso es algo personal. Y porque, al menos para mí que me encanta todo lo relacionado con este mundo tétrico y sobre esta época en general, me parece más interesante analizar. 
Pues bien, después de proyectar alguna de estas películas se incitará al alumno a debatir sobre qué elementos ha observado propios de esta época y que propongan un final alternativo para estas películas, siguiendo siempre la línea de lo moderno incluyendo, quizás, algún elemento surrealista, dejando total libertad a la imaginación del alumno y a lo que le venga a la mente en ese momento.

También se podría realizar este taller con la música, especialmente reflejado en los músicos de grupos de rock como pueden ser Pink Floyd o Queen, analizando la figura del poeta maldito o la figura del dandi.
Quizás no es tan dinámico como podrían ser otros talleres pero me parece interesante a la hora de abordar ese tema que, al menos, en nuestra carrera (Filología hispánica) hemos abordado muy poco por lo que ya he mencionado, siendo, a mi parecer, la época más interesante a analizar. Aunque claro está que para gustos, los colores.




miércoles, 6 de mayo de 2015

Más burros que ayer pero menos que mañana

Interesante. Muy interesante me ha resultado el artículo de Millás. Además de que me ha encantado la forma de escribir tan espontánea e irónica, su contenido no se queda atrás.

Soluciona, con ejemplos muy gráficos y sentencias claras, una cuestión que nunca, al menos yo, nos habíamos planteado: ¿se puede hacer negocio de la cultura?, ¿sería cierto afirmar que la cultura en nuestro país está en descenso? El autor deja claro que no. La cultura no es algo tangible, algo con lo que podamos comerciar libremente como si fuera un secador de pelo, por ejemplo. Aquí cobra especial importancia el dicho de que "el saber no ocupa lugar" ni se puede comerciar con él, me atrevo a añadir.
Bien es cierto que se comercia con libros, música, películas... pero estos solo son los medios de soporte para transmitirnos una idea, un saber. Podemos comprar un libro pero quizás no lo llegamos a leer, por unas circunstancias u otras, en ningún momento de nuestra vida. Sí, estamos contribuyendo a que se aumenten las estadísticas culturales del país, pero si no llegamos a abrir ese material nunca,¿se puede decir que, igualmente, estamos ayudando a aumentar la cultura?. O, poniendo otro ejemplo, cuento con materiales clásicos como puede ser un vinilo de hace 20 años de mi madre que decido escuchar ahora... ¿se puede decir que no estoy contribuyendo a la cultura? Quizás, en datos numéricos de compras actuales de material cultural no, pero igualmente estoy "consumiendo" cultura.
Como bien dice Millás, leer, ir al cine o escuchar música no son formas de consumo, sino un estilo de vida. Sería, bajo mi punto de vista, como comerciar con algo tan abstracto como un sentimiento, un completo sinsentido.

Con todo esto, hay que analizar, pues, cuál realmente es la función de un agente cultural. Contamos con la experiencia de primera mano de Antonio Javier González Rueda, director del Servicio de Actividades Culturales de la Universidad de Cádiz. Él nos habla de la cultura como forma de hacer dinero, de la cultura como comercio. Nos aporta ideas de cómo saber captar clientes, las estrategias para atraer a la población y satisfacer sus necesidades, contando siempre con bastantes conocimientos en literatura y atendiendo a la demanda cultural de la población. Hay, pienso, una contradicción en sus palabras ya que argumenta que no siempre se tienen en cuenta las ganancias que da un producto cultural pero, como he descrito, nos da formas para que, en ultima instancia, la cultura sea un bien material con el que comerciar. Aunque sí es verdad que, por ejemplo, cuando queremos ir a ver una representación de teatro tenemos que pagar una entrada al igual que si queremos asistir al cine y, con ello, estamos contribuyendo a la cultura viva, pero es algo que no se limita y se generaliza con los demás soportes.
Quizás esto sea simplemente una confusión lingüística (puesto que somos un país en el que tenemos que ponerle una etiqueta específica a todo) ya que más que "agente cultural" podría llamarse, simplemente, "agente comercial" puesto que su labor es la misma que un comercial cualquiera: vender. Aunque en este caso sea vender humo.

lunes, 4 de mayo de 2015

Presencia literaria (I): Marta Sanz

Asistimos a la conferencia de la escritora Marta Sanz el día 5 de marzo de 2015 que tuvo lugar en el edificio de La Constitución 1812 (antiguo aulario La Bomba) a las 7 de la tarde.
La conferencia empieza con puntualidad y dura una hora aproximadamente. Observando el aula podemos divisar que el público es muy variado, de diversas edades y de ambos sexos, así como alumnos (algunos compañeros), profesores de nuestra facultad y gente interesada. la sala no es muy grande pero está llena, incluso hay sillas supletorias para aquellas personas que no han conseguido asiento.
Como se ha dicho, empieza a hablar Marta Sanz justo a la hora fijada. Junto a ella se encuentra el editor y crítico literario Ignacio F. Garmendia que, en ocasiones, hace pequeñas aportaciones a la conferencia. Hace una breve presentación de ella misma en la que agradece a los que han contado con ella ya que hacía más de 30 años que no pisaba tierras gaditanas y le ha hecho mucha ilusión volver.
Habla de sus novelas, siendo la más conocida Susana y los viejos, pero es a partir de su cuarta novela, anterior a esta, Animales domésticos, en la que descubre el potencial del humor. Habla de su padre, un pilar fundamental en su trayectoria profesional y en su vida en general viniendo a colación por la gran crítica que este le hacía a su hija sobre las novelas, las cuáles veía "sin gracia". El humor del que ella participa es del humor de a pie de calle, "el humor de los Morancos", no le gusta el humor inteligente, y  el que utiliza ella en sus novelas es aquel que pone nervioso, que inquieta al lector.
No es novelista de género negro ya que recoge diferentes elementos de todos los géneros para hacer su novela.
Continúa con su novela Black, black, black (por la cuál fue finalista para el premio Nadal) en la que, según Marta Sanz, se tratan diversos temas (abandono de personas mayores, xenofobia, prostitución...) haciendo sentir incómodo al lector y rompiendo, al final de la obra, con algo totalmente diferente a lo anterior: la historia de una mujer enferma, por lo que difiere, además, de la novela de detectives.
Cuenta diversas anécdotas sobre su ida relacionada con la novela como la que le sucedió con una novela nórdica de la que hizo una crítica negativa y por la que fue insultada, incluso.
Dice que el problema de sus primeras novelas era que nunca las escribía desde la perspectiva del "yo" y quiso hacer una novela no desde el punto narcisista sino relacionado con las mujeres de su vida como su madre, confesándose enamorada de la época del destape.
Sigue con otra de sus obras, Daniel Astor y la caja negra, novela de transición y de la crisis. La novela resulta interesante ya que se funden dos elementos: lenguaje y cuerpo. Se pretende retratar un cuerpo tal como es, sin sexualizarlo ni materializarlo y aparece. así, su desnudo integral. Con esto pretende que el cuerpo en sí sea un texto. Hace hincapié en el tema del destape, un movimiento que considera muy sano aunque aumentara el fetichismo.
Cree que como lectores nos exigimos muy poco y habla de sus inicios en la literatura, que empezaron con la poesía y ella misma hace poesía, una poesía borde y antipática con la poesía misma, según dice.
Como colofón a esta charla, se da la oportunidad a los espectadores de hacer preguntas o, simplemente, para hacer alguna aportación. Algunos asistentes interactúan con la escritora y la sesión se da por finalizada.
"Me he dedicado a escribir porque no puedo ser musa" Marta Sanz